Vivimos en un mundo de procesos y en estos nuevos siglos es imprescindible que las empresas estén orientadas hacia estos, el rendimiento de un negocio empresarial depende mucho de la eficacia de sus procesos, existen miles de procesos activos en una empresa; su capacidad para comprenderlos y gestionarlos es el punto prioritario para poder definir su éxito.


En esta oportunidad para tener más claro el enfoque del concepto de la Inteligencia de Procesos (IP) y la Inteligencia Operacional (OI) añado la diferencia de estos dos términos que van afianzándose en el día a día de nuestras competencias profesionales.

La Inteligencia de procesos no es exactamente lo mismo que la inteligencia Operacional:

La inteligencia de procesos se puede centrar en soluciones de monitorización de los procesos en sí, y la inteligencia operacional se centra en toda la empresa no sólo en los procesos, tienen la capacidad de responder a eventos, en tiempo real, invocando flujos automatizados o manuales.

Hay muchos fabricantes que están hablando ahora del procesamiento de eventos complejos ofreciendo un complemento a los procesos automatizados.